sábado, 26 de septiembre de 2009

mariposas en el estomago


Cientos de parejas aguardan su turno. Da gusto verlas porque no son comunes. Es evidente que se aman. Y no porque vayan de la mano o se miren con ternura, sino porque sería absurdo estar de pie tantas horas si no portasen las pruebas que lo acreditan. El letrero, donde inicia la fila, anuncia: “Pagamos 20 gramos de oro por mariposa”.

Se sabe que el método es indoloro y que cada estómago enamorado alberga entre 10 y 15 especímenes. Además, el intervenido puede generar nuevas mariposas al cabo de una semana. Sin embargo, existe un inconveniente. Con frecuencia, sólo uno de la pareja las porta, demostrándose que no es correspondido. El drama es inevitable.

Los detractores del doctor Lorca, inventor del Lepidopmac (aparato para cazarlas), lo tildan de “anti-romántico”. Unos, por ponerle precio a los sentimientos más nobles. Otros, por llevar al abismo a tantas parejas correctamente constituidas. Ni los oye. No hay tiempo. Su amada aguarda la sentencia. Cuando el número de mariposas iguale al de personas, Lorca las soltará. Confía en que nadie querrá sostener un fusil


Paulo Coelho

2 comentarios:

  1. Este relato me encanta, pero no es de Paulo Coelho, sino de Rafael R. Valcárcel. Creo que pertenece a la historia "Fragmentos de un padre". ¡Felicidades por poner cosas tan lindas en tu blog!
    Sandra

    ResponderEliminar
  2. Gracias¡ puse ese autor porque lo encontré en un lugar de sus relatos

    ResponderEliminar